sábado, 19 de septiembre de 2009


En cierta aula de 5to grado la maestra Carmen había observado que uno de sus estudiantes llamado Freddy no jugaba con los otros niños, en ocasiones se dormía durante la clase y constantemente necesitaba darse un buen baño.
Freddy comenzaba a ser un tanto desagradable.
Llegó el momento en que la maestra disfrutaba marcar los trabajos de éste con un marcador rojo, coloreando un "insuficiente" muy llamativo en la parte superior de sus tareas.
Pero un día el director de la institución le exigió a la docente que revisara sistemáticamente los expedientes escolares de cada niño.
Cuando Carmen lo hizo se llevó una gran sorpresa en el expediente de Freddy:
La maestra de 1er grado escribió:
"Freddy es un niño brillante, con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de una manera limpia y tiene muy buenos modales, es un placer tenerlo cerca."
La maestra de 2do grado escribió:
"Freddy es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa ha de ser muy difícil."
La maestra de 3er grado escribió:
"Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él. Él trata de hacer su mayor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se toman ciertas medidas".
La maestra de 4to grado escribió:
"Freddy se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no presta mucho interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones duerme en clase".
Ahora la maestra Carmen se había dado cuenta del problema y estaba apenada con ella misma.
Los alumnos el "Día del Educador" les llevaron regalos envueltos con preciosos moños y papel brillante.
Freddy también le entregó uno en un papel amarillo muy arrugado, al parecer recogido de algún cesto.
A la maestra le dio pánico abrir el regalo en medio de otros presentes. Era un viejo brazalete y un frasco de perfume con sólo un cuarto de su contenido.
Ella detuvo la burla de los niños al exclamar lo precioso que era el regalo y se colocó un poco de perfume en su muñeca.
Al finalizar la clase Freddy le dijo: Maestra, el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá. Después que el niño se fue ella lloró mucho.
A partir de ese día la maestra brindó todo su amor a los niños y puso un especial interés en Freddy, convirtiéndolo en uno de los mejores estudiantes del grupo.

La descripcion de este caso aunque sea ficticio explica de manera adecuada el abordaje de un "problema" el cual requirio el abordaje tratado en nuestras aportaciones descritas en nuestro foro, pero algo muy importante que nos faltaba decir es que es necesario el interes en nuestros alumnos.

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